La Escuela es algo más que leer y escribir, sumar y restar.

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¡Pop! ¡Pop! ¡Pop, Pop, Pop! ¡Pop…! 

Pero… qué pasa. Tengo toda la pantalla llena de ventanas. No puedo cerrarlas. Un momento… son mensajes. 





Seguro que todos estos mensajes os suenan, las odiosas pop-up. Publicidades emergentes que nos persiguen a lo largo de nuestro viaje en la red. Como adultos imagino que sabemos de su peligro. Pero ¿y nuestros pequeños? Cómo podemos evitar los peligros que esto conlleva. Sí, desde luego, el famoso complemento Adblock, pero ya os digo por propia experiencia que no es infalible; pero no temáis. Existe algo mejor para combatirlas y se llama alfabetización digital.


¿En qué consiste la alfabetización digital?


Muchos Algunos os preguntaréis que quiere decir este término. Bueno, tradicionalmente el concepto alfabetización digital ha quedado circunscrito a la infraestructura y accesibilidad a las TIC. Es totalmente comprensible si nos remontamos unos años atrás, cuando todavía era difícil encontrar un pc en cada casa. Pero a día de hoy nuestra realidad es muy diferente.


Que levanten la mano los que usen Nokia o Blackberry… Lo suponía… nadie. 
Un informe de la Fundación Telefónica pone de manifiesto que el objetivo hace unos años era éste, el de equipar todos los hogares y escuelas informáticamente. Objetivo que se ha cumplido con creces. Entonces, nos encontramos en una segunda fase, por llamarlo de alguna manera. Ha llegado el momento de la alfabetización digital de los individuos.


"No siempre es oro todo lo que reluce"


Actualmente, la brecha digital no está en el acceso sino en los estilos educativos de familias y escuelas. Comprenderemos mejor la velocidad con la que se producen los cambios tecnológicos y digitales si observamos los beneficios particulares de estos grandes proyectos, los cuales suman cantidades enormes de dinero. Aunque a veces el objetivo sea implantar estas tecnologías allí donde la gente no tiene para comer. No obstante, no dejemos que esta lucha de intereses enmascare el objetivo final de las TIC en la educación.


¿Cómo afrontan padres y maestros el protagonismo creciente de las TIC en la formación de sus hijos y alumnos?


En nuestra sociedad no podemos negar la sensación de padres y docentes de sentirse a remolque dentro de un avance tecnológico ante el cual nos surge una ambivalencia: las posibilidades pedagógicas y didácticas de estas nuevas herramientas frente al sentimiento de que en el mundo digital son nuestros hijos o alumnos quienes llevan la iniciativa. Las últimas generaciones, la generación X, la generación Y, los llamados Millenials o Gen Net, aquellos a los que Prensky denomina nativos digitales hacen de estas tecnologías su rutina diaria.


El entorno digital exige nuevas habilidades; éstas, en muchos casos, creemos que son aprendidas por los niños de forma autónoma, pero es de vital importancia la necesidad de guiar este aprendizaje. Hay que defender que los procesos de enseñanza-aprendizaje no pueden ser meramente instrumentales y/o teóricos. Hablemos de las competencias que han de desarrollarse, hablemos de un proceso que implique su uso, de crear un conjunto de habilidades que nos ayuden a comprender, contextualizar y evaluar de forma crítica estos medios digitales facilitando así el poder tomar las decisiones apropiadas sobre el uso de estas herramientas y de la capacidad para poder crear y gestionar nuestro propio contenido a través de las diversas plataformas que nos ofrece este entorno. El manejo y la integración de las TIC se constituyen en sí mismas como el elemento necesario para nuestro ser digital, para ser ciudadanos digitales es necesaria la adquisición de dichas competencias. Partiendo de los postulados pedagógicos de Paulo Freire, éste afirma que: «La alfabetización, desde esta perspectiva, debe representar la adquisición de las competencias intelectuales necesarias para interactuar tanto con la cultura existente como para recrearla de un modo crítico y emancipador y, en consecuencia, como un derecho y una necesidad de los ciudadanos de la sociedad informacional».


Abandonemos la idea de que el aula es el centro de todo aprendizaje y hagámonos partícipes de la multiplicidad de escenarios que nos ofrece el entorno digital. Hay que comprender las dimensiones de la alfabetización digital, salvar la brecha entre estudiante y profesor. Reajustar las implicaciones curriculares y pedagógicas, las cuales impliquen unos cambios significativos en la pedagogía más tradicional para favorecer así un aprendizaje significativo específico.


Las incorporaciones de las TIC en el aula provocan todavía un cierto recelo entre los docentes. No obstante, no deben ser tratadas como un fin en sí, si no como una herramienta de apoyo para construir un nuevo proyecto pedagógico de acuerdo a las diversas necesidades del contexto de cada escuela y familia. Y aunque los maestros son conscientes de esta necesidad, son muchos todavía los que se encuentran dentro de la llamada brecha digital.



Claves para la integración de las Tic



Ojalá pudiera por un día… trabajar en el Ministerio del Tiempo, recorrer la Tumba del Faraón, formar parte del Aula de Caballeros y Damas del Dragón o sencillamente poder viajar al Espacio Exterior. Por eso no perderé la oportunidad de agradecer la labor de maestros como Pedro Camacho o Roberto Alhambra que con su trabajo y dedicación forman a nuestros hijos como futuros ciudadanos digitales. Simplemente gracias.

Me gustaría que hiciéramos una pequeña reflexión sobre el tema. Es vital que comprendamos la importancia de este proceso. A modo de ejemplo, pensemos en el desarrollo de nuestros pequeños. Durante el primer año de vida no nos separamos de ellos, el contacto es básico. Una vez comienzan a dar sus primeros pasos nos mantenemos alerta ante los posibles accidentes que puedan suceder. Si avanzamos un poco más, nos damos cuenta que cuando disfrutamos de una tarde en el parque siempre mantenemos bien marcados los límites donde deben jugar ante nuestra atenta mirada. Entendemos esto como algo natural, algo lógico dentro del desarrollo de nuestros hijos. Muy bien, entonces me surge una duda. ¿No deberíamos mantener ese mismo círculo de protección cuando navegan en la red? ¿Acaso pensamos que el simple hecho de manejar las tecnologías ya implica su uso de una forma segura?  

Bueno, os dejo que penséis en ello y saquéis vuestras propias conclusiones con ayuda de este vídeo.




Deja que tus sueños sean más grandes que tus miedos.

3 comentarios

  1. Es cierto que el uso de internet forma parte del desarrollo de nuestros hijos. Y como todo tiene sus pros y contras. Aquí es cuando entra el juego de la educación entre padres e hijos, tutores y alumnos. Un proceso de aprendizaje para las ambas partes de dar y recibir, de enseñar y aprender de un medio tan útil como necesario. Utilizado de manera correcta tiene más beneficios que perjuicios.

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  2. Desde mi punto de vista, creo que a día de hoy, la alefabetización digital se encuentra a mitad de su camino, es decir, todo el mundo, o al menos la gran mayoría sabe utilizar un móvil en lo más básico, un ordenador, etc. Pero no se es consciente de todo el mundo de posibilidades que esconde la red, tan útiles como dañinas si no se hace un uso adecuado.
    Estoy totalmente de acuerdo con la parte del post que habla de echar un ojo a tu hijo en el parque, del mismo modo que se debería de hacer con internet. Desafortunadamente, no incluyo a todos los padres, pero la mayoría utiliza esta herramienta para entretener a sus hijos, independientemente del contenido que puedan percibir. Si por ejemplo, supieran aprovechar al máximo las opciones o programas que ofrece la tablet, posiblemente no tendrían que pasarse el día viendo youtube, que ojito con algunos de los anuncios que se publicitan...
    En definitiva, educar en tecnología es primordial para los más pequeños, ya que van a convivir toda la vida con ello.

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  3. Mi experiencia como maestro me demuestra que tu reflexión es certera. Gracias por artículos como estos que nos hacen pensar y ver las cosas de otro modo. :D

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